LOS HOMBRES SI LLORAN.

Mi concuñada Clemencia me sedujo para ver un partido de fútbol en su casa, sería el primer partido que vería en mi corta vida, ella usó muy bien sus armas de seducción: un almuerzo en familia en domingo en la tarde (no hay nada que me parezca mas atractivo para pasar un domingo) y como postre prestarme la mesa de comer para mi nieta, que ella usó con la suya hasta hace poco tiempo; y otra cosita que me liberaría de tener que comprarlas en tiempos en que ando comprometida con disminuir el consumo para contribuir con el planeta. Ante este panorama tan atractivo no pude ni quise negarme. Así que ahí estaba yo con toda mi familia, en casa de Clemencia a la hora acordada, estaba otra pareja de amigos de la familia y la prima Claudia. El tema del almuerzo por lógica era el fútbol, comentaron los partidos pasados y cada persona se aventuraba con sus pronósticos por el campeón, yo era la única ignorante en el tema en la mesa, porque hasta mi hija resultó una experta en fútbol. Clemencia manejó el tema de conversación con una destreza increíble, de tal manera que resulté metida en la conversación pese a mi ignorancia, y de esa forma terminé involucrada en temas de fútbol y pasando un momento muy divertido, entre el delicioso almuerzo que disfrutamos y el tema que todos lo hicieron jocoso puedo decir que fue exitoso.

La prueba de fuego aún no llegaba, mi encuentro con la cajita mágica (TV) que cada día veo menos, y donde los jugadores aparecerían persiguiendo un balón para meter en una red y hacer temblar el mundo con ello. Debo abonar la destreza de estos hombres persiguiendo ese balón y llevándolo a su casi meta varias veces antes de que la red Se convirtiera realmente en su meta. La mayoría le apostaron a Argentina y ante la falta de seguidores para México me fui por él, la prima Claudia se unió a mí, ya éramos dos. Después del primer gol de Argentina empecé a encontrarle sentido a esta pasión por el fútbol, nunca había visto tanto contacto físico entre los machos heterosexuales como en el momento de un gol, podría describir ese momento como un orgasmo colectivo para los seguidores del equipo que apuntó el gol, en la sala donde estábamos, los seguidores de Argentina gritaban y experimentaban la misma emoción que había en la cancha. Me gusta la idea de que el fútbol esté al servicio de la calidez entre los hombres, un mito que sigue vigente y que no consigue derrumbar ni siquiera los tiempos modernos, si los machos se dan licencia para abrazarse y acercar sus cuerpos los unos a los otros sin temor a una erección, mediante el fútbol, entonces que viva el fútbol.

Después me uní a mi hija con el partido entre Holanda y Brasil, ese día hasta sufrí, descubrí que no tenía mucha destreza para apostar porque si bien me llenaba de alegría que ganara mi favorito (Holanda) también me conmovió hasta las lágrimas la desesperación de Brasil. En este juego pude ver las mismas dinámicas que jugamos en la vida, como cuando actuamos impulsados por el temor y el estrés perdemos inteligencia emocional y destreza alejándonos cada vez más de la meta, y como la serenidad tiene frutos aunque sean tardíos. También fue claro para mí como la falta de humildad nos introduce en un camino sin salida y nos lleva de un error a otro, eso lo vi cuando Brasil ya estaba empatado con Holanda, los jugadores del Brasil se tornaron agresivos y discutían con el árbitro "arbitrariamente" (valga la redundancia) después de cada falta, habían perdido la destreza del buen tirador apuntando a la diana por el sólo placer no de dar en el blanco sino de no derribar lo que está alrededor, cuando esa destreza se pierde uno termina apuntándole a todo lo que se mueve confundiéndolo con la meta mientras la verdadera meta se escapa y se torna accesible para otros.

Ese día me quedé emocionada con el fútbol, porque le encontré muchas moralejas con la vida diaria, y regresé a mi casa determinada a ver el de la tarde que era entre Uruguay y Ghana, pero para mi sorpresa los televidentes de la cajita convertidora no podemos sintonizar Univisión, aparece el canal sin señal, busqué en los canales gringos que tenemos los de la cajita y ningún canal estaba transmitiendo, me pregunto si la señal de este canal que además es el único canal latino autorizado para trasmitir para USA el mundial, solo está accesible para las personas que pagan cable, de otra manera uno no se explica como le dieron la trasmisión al canal de más mala recepción que tenemos en USA.

Lo más importante que me pasó siguiendo el mundial fue incorporar a la práctica algo que ya sabía en teoría. Que aún en las cosas que no nos gustan hay tesoros escondidos para nosotros; y en lo importante que es tener la mente abierta a todas las posibilidades, como con las negativas y la rigidez mental que adquirimos respecto a un tema o una situación en especial, no solo estamos cerrando nuestras puertas a otras experiencias, sino además a otros métodos de aprendizaje. Una de las cosas más estimulantes que encontré en el fútbol fue ver que el mito de que los hombres no deben llorar no tiene lugar en la cancha porque en el fútbol la vulnerabilidad masculina queda expuesta al desnudo, y personalmente creo que para ser un hombre fuerte se necesita tener el valor de ser vulnerable.

Comentarios

juan ha dicho que…
Yo no he llorado por futbol, ni por otro motivo, o por pena o gloria de alguen. A mi me hizo llorar mi ex-esposa lo suficiente para no violvelro a hacer....

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