EL PODER DEL AGRADECIMIENTO

Agradecer cuando todo está bien, es muy fácil, hacerlo cuando uno atraviesa una  larga y oscura  noche del alma no lo es. Por eso este año la práctica a la que le puse más disciplina y empeño fue al agradecimiento. Los escritores que la promueven, en su mayoría prometen que el agradecimiento trae abundancia, aunque muchos no son claros en este concepto de abundancia, y otros quieren vender la idea que el agradecimiento trae como consecuencia mucho dinero.

Yo no conseguí dinero como prometen los nuevos educadores que se hacen llamar "coaching" pero si conseguí mucha abundancia, representada en muchos intangibles de esos que la sociedad no nos enseña a valorar porque la reverencia por el dinero no se los permite.

Este año seguí mi cuaderno de agradecimiento en el que escribía las cosas por agradecer durante el día, y también inicié mis días agradeciendo mientras preparaba el desayuno, la lista generalmente se extendía tanto que debía dejar agradecimientos para el día siguiente, es por eso que he tomado algunos de mi lista para compartirlos con mis lectores e inspirarlos a que lo hagan, porque hay una ganancia secundaria muy valiosa, que es el bienestar emocional que uno adquiere, y una sensación de paz que difícilmente puede ser arrebatada. El agradecimiento llega a convertirse en un sistema automático de respuesta al ataque. Cuando a veces soy atacada por alguien se activa mi sentido de agradecimiento por ese momento e inmediatamente me lanzo a buscar el mensaje que ese ataque trae para mí, para terminar agradeciendo a la persona por lo que acaba de hacer, lo que no me permite juzgar si su método es bueno o malo. No siempre tengo éxito, pero soy persistente en la práctica.
Mi cuaderno de agradecimiento y mi vara de poder

No comparto todas las notas de agradecimiento personales, porque son tantos los nombres que tengo escritos en mi cuaderno que se me alargaría mucho la lista. Algunas de las notas de agradecimiento fueron estas:

Gracias por:

Mi nieta
Mis músculos que responden perfectamente a cada movimiento de mi cuerpo
Decirle no a la culpabilidad
Tener un pasado judicial limpio
Esther y Amelia los ángeles que cuidaron de mi madre
Aquellos que son capaces de escucharme mirándome a los ojos
Aquellos que ponen a prueba mi nivel de tolerancia
La albahaca que mi vecino siembra y me comparte
La voz de mi madre
Comunicarme en inglés
Las cartas nutritivas de mis amigos
Mi familia política
Mi familia cósmica
Mi familia de sangre.
La playa solitaria
Mis manos para escribir
Mi energía creativa
El tiempo que me alcanza para todo
Los pinches tiranos
Mi prosperidad económica
El ejercicio físico
Mi esposo
La nueva familia de mi hija
Mi sistema inmune
Los amigos desconocidos físicamente.
El amanecer en la playa con mi esposo y mi nieta
Los maestros en paciencia
Los lectores de mi blog
El anillo de bodas de mi madre
Los vecinos que llaman a mi puerta con regalos
Los regalos que acortaron distancia entre Noruega y Estados Unidos
Los regalos que acortaron distancia entre Londres y Estados Unidos
El Doctor Guzmán que asistió a mi madre en sus últimas horas de vida
La oportunidad de verificar que lo que no tengo es porque no lo necesito.
Por mis muertos que me enseñan sobre el desapego, a valorar más mi vida y los seres que amo, y a verificar la inutilidad de la sociedad de consumo.

Por un 2011 iluminado, que la llama del agradecimiento se mantenga encendida en el espíritu de todos ustedes!

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Primero que todo gracias por todos tus escritos y reflexiones. Creo que sólo desde el punto de vista filosófico podemos aceptar que todo lo que nos pase, bueno y no tan bueno, debe ser entendido como un aprendizaje. Los orientales nos dejan mucha enseñanza al respecto.
Yo también tengo mucho por agradecer, la vida quiere cambiarnos el escenario y uno se siente tan cómodo con lo que ya conoce. De todos modos "gracias a la vida que me ha dado tanto"...
Abrazos fraternales para todos los tuyos.
Mirta
Anónimo ha dicho que…
Gracias por mis ojos, mis pies, mis oidos y mis manos, gracias porque todo mi cuerpo funciona perfectamente.
Gracias por la luz, el sol, las estrellas, las noches y los dias.
Gracias por mi salud, mi trabajo y mi inmensa familia, los amigos que llegan y los que ya no estan, por la vida y la muerte y la oportunidad que tenemos todos, todos los dias de generar cosas nuevas a nuestro alrededor.
Gracias por el dolor, la alegria y la tristeza, por el camino sabio que nos enruta cada día.
GRACIAS MI LUZ por, como siempre, REGALARME LUZ.
El fotografo

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