EN EL BAÑO DE MUJERES

Lo escuché por accidente en el baño del gimnasio, la mujer que lo dijo no sabía que yo estaba allí. Se refirió a mi como la mujer de las zapatillas viejas, mientras la otra respondió con una carcajada y habló de lo increíble que era que en todos los años que llevo asistiendo al gimnasio jamás he cambiado mis zapatillas, la conversación siguió en torno a mí, y la otra dijo que todo el mundo (menos yo) sabía que las zapatillas tenían que cambiarse cada seis meses ¿?. Me quedé sentada en el sanitario quietecita escuchando hasta donde llegaba la conversación, mientras ellas seguían haciendo una lógica disertación de lo extraña que resultaba que llevara las mejores y mas bonitas prendas del gimnasio (por lo menos eso me abonaron) pero conservara las mismas viejas, sucias y asquerosas zapatillas! Y se reían a las carcajadas, separando las frases con la polifacética muletilla de las gringas gomelas ¡Oh my god! ¡Oh my god! ¡Oh- my -god! (Oh Dios mío).

Yo quería estar molesta, de verdad que lo quería, pero no se me daba, en vez de eso, sentí el impulso de unirme a la conversación y reírme de mi misma, porque la verdad de no ser por ellas no me entero de lo viejas que están mis zapatillas.

Entré en la clase entregada a disfrutar de cada momento de mi estancia en aquel lugar. Siempre me ha parecido que la profesora habla de más, pero yo hago mi introspección mientras empieza la clase dejando el monólogo de la profesora como música de fondo.

De pronto entró una despampanante mujer con su figura perfecta, todas se perturbaron, me alegre de que yo me hubiera quedado no solo imperturbable, sino que me hubiera permitido observar y admirar a la mujer sin que su presencia amenazara la relación que tengo con la percepción de mi misma.

Cuando ella quiso hacer preguntas sobre la clase, la profesora se impacientó y torció sus ojos en señal de impotencia como cuando un niño nos hace preguntas que nos parecen tontas, y le lanzó una mirada de desaprobación que no venía al caso, pasaba lo mismo si le hacía alguna pregunta a las compañeras. Algo en el ambiente empezó a incomodarme, parecía que había un complot cósmico contra la chica por el solo hecho de lucir bien, noté la comunicación visual entre todas mis compañeras de absoluta desaprobación; y me sorprendió que se comunicaran mejor visualmente para desaprobar la belleza de una mujer de lo que se comunican verbalmente, era tan notorio, que empezó a preocuparme que la misma chica lo detectara y que la estuvieran incomodando. Soporté estoicamente un ambiente tenso en una habitación con quince mujeres durante una hora gracias a la exhuberancia y la belleza de una mujer que entró en la sala y a la que ninguna de las allí presentes le perdonó nunca que luciera tan bien.

Cuando ella abandonó la sala todas liberaron los reproches que habían camuflado hasta ese momento en un mudo silencio y mediante una comunicación visual que agredía mas que las palabras; y condenaron a la mujer, por ser bella, por tener retoques y por preguntar según ellas, tonterías. Escuche atentamente todo lo que tenían que decir para verificar que se regocijaban con la idea de que la mujer en mención fuera una ignorante o quizá una "redneck"* porque ¡algún defecto tendría que tener!. Entonces me preguntaron que pensaba, a mí, que estaba tan silenciosa, a mí, que me había negado a unirme al comité de desaprobación de la mujer.

Sonreí y les dije que no me sentía con autoridad moral para hablar de belleza, yo, que al fin y al cabo solo era la mujer de las zapatillas viejas, lo dije sosteniendo la mirada sobre las mujeres de la conversación en el baño y salí de allí feliz, porque comprendí que la belleza y la fealdad no son tan distintas si conseguían estar en el mismo nivel de protagonismo ocupando un lugar privilegiado en la conversación de un grupo de mujeres.

*El diccionario en inglés dice que la palabra "redneck" significa campesino blanco

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
ahi estàs pintada niña Luz,què buena actitud y desafortunadamente esa es la vida de muchas chicas,làstima da.
Anónimo ha dicho que…
Estuvo buenisimo !!! me rei ... Como siempre jajajaja.
Anónimo ha dicho que…
Luz, esta pieza está muy, muy buena. Te felicito.

Hugo
El jardin de Carmen ha dicho que…
Es buenisima esta historia me gusto muchisimo saludos
Anónimo ha dicho que…
después de leer tu último blog, quería decirte que tus confortables zapatillas viejas han sido compañeras de fatigas... en el frío y en el calor, a través del viento y bajo la lluvia... te han acelerado el ritmo y te han llevado lejos.... y sobretodo te han marcado el camino... aún así, serías capaz de abandonarlas? Yo todavía luzco las mías.
Felipe A Lora

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