AVATAR

Vi la película "Avatar" hace poco, después de que escuchaba hablar de ella por todas partes, por su título y por lo que decían de ella me imaginaba que era una película distinta, quizá tenía muchas expectativas . La primera vez que traté de verla, me quedé dormida en el minuto doce, después la vimos en casa de mi suegra. No me gustó, me dejó el sinsabor de la poca selectividad que tenemos con el cine, o como nos dejamos influenciar por la publicidad y la aprobación del colectivo.

Muy bonito que los matachitos éstos que ya olvidé como es que los llaman pero que son altos y que tienen la piel tatuada y que son el pueblo víctima y perseguido, contacten con la naturaleza y tengan ciertos "poderes" de conexión con la energía del universo, pero me quedé preguntándome en la práctica ¿para qué les servía y Cual era la funcionalidad de ello en su cotidianidad?. Me quedó el mismo sinsabor que me han dejado tantos "gurús" que he encontrado en mi camino que hacen mucha meditación, que son vegetarianos, que dicen ver el aura y tener conexiones espirituales especiales, pero que se dejan dominar por emociones como la ira, se sienten inhabilitados por la impaciencia, padecen de mucha intolerancia y que no saben relacionarse muy bien con su entorno. Mucho ego espiritual, pero muy poca funcionalidad en la vida práctica.

Lo otro que vi en Avatar es esa marcada división de buenos y malos, de víctimas y verdugos, pienso que ya estamos preparados para ver cine más limpio, donde se teja la gama de grises que en realidad somos, donde haya espacio para entender los porqués de aquellos "verdugos" y donde podamos ver el dorso de las víctimas que brillan. Donde se devele lo que subyace debajo del aparente caos y quede expuesta la magia del maravilloso plan cósmico. Donde no se imponga la fuerza para obtener la razón sino que el aprendizaje sea la meta del libretista y hasta las aparentes víctimas entiendan las razones de sus verdugos y las ganancias que también pueden existir en la vulnerabilidad. Donde cada uno viva la crueldad del otro en su más cruda expresión pero que se cree un espacio donde esas crueldades se encuentren, depongan sus armas y haya lugar para la comprensión y la reflexión.

Creo firmemente en la gama de grises que reside entre el malo y el bueno, en las películas donde la polaridad está tan marcada, la ira de un bueno es buena, pero la del malo no lo es, el asesinato que comete un bueno era necesario, pero el que comete un malo es algo condenable, nos volvemos oportunistas con los conceptos sociales de bueno y de malo, cuando en realidad nunca somos del todo buenos ni del todo malos, somos una mezcla de características que sacamos a la luz o que sabemos ocultar o maquillar muy bien.

Creo que estamos en tiempos fértiles para cuestionar estos conceptos que la publicidad y los medios han fortalecido en sus exhibiciones, pero que no aportan nada funcional a nuestra humanidad, creo que estamos listos para derribar esas fronteras que creemos que nos separan de los demás porque están errados, y que es el momento para construir puentes que nos unan y que optemos por ver el reflejo que es el otro para mi, aunque esa imagen se me antoje distorsionada.

Ése tipo de películas objetivas y conciliadoras ya existen, la pregunta siempre es ¿porqué no son comerciales? ¿porqué seguimos pactando con fuentes de diversión donde las guerras entre el bien y el mal, y el uso de medidas bélicas como resolución de conflictos están a la orden del día?

Necesitamos mas discernimiento, a la hora de elegir que películas vemos pero sobre todo cual es el verdadero mensaje que éstas nos traen, si estamos en una sociedad donde la guerra es uno de los negocios más lucrativos con el que muchos ricos se hacen cada vez más ricos, es nuestra responsabilidad poder ver la dinámica que se esconde detrás de estas películas bien intencionadas y aparentemente con un mensaje de "búsqueda de paz" nadie nunca ha conseguido la paz sobre la sangre de otros, recordemos que de buenas intenciones está plagado el camino al infierno.