LA CASITA DE DIOS

Un hombre muy piadoso y que asistía diariamente a la iglesia, fue excomulgado por una serie de pecados que confesó, angustiado se encerró en su habitación y empezó a orar: “Dios tu sabes de mi amor por tí, pero ahora no tengo un templo donde honrarte ¡me han sacado de tu casa señor!”. Una voz se escuchó en el recinto que le decía: “no te perocupes hijo, a mí también me han sacado y a cambio han metido imagenes, conceptos rígidos acerca de quién soy y muchas otras cosas con las cuales he sido reemplazado”
(Fragmento de un cuento de Antonny de Mello)

Entré en la iglesia con el pie izquierdo, cuando le pregunté al cura si en el caso de que caín hubiera tenido una hermana en vez de un hermano ¿se habría legalizado el incesto? y aunque su respuesta fue reactiva y falta de inteligencia y creatividad, me aventuré con una segunda pregunta: “¿caín tuvo relaciones con su propia madre?” . La historia de la creación me torturó mucho tiempo, tenía demasiados cabos sueltos para mí, y si tenemos en cuenta que se me mostraba como una verdad impostergable, atar esos cabos se me hacía imperioso en aras de salvar mi fe o al menos lo que quedaba de ella.

Perdí el catecismo por ese mismo motivo, porque mi lógica actuaba distinto, y después de eso los sacerdotes me desalojaban de las iglesias porque la ropa que usaba no era de su agrado alegando inmoralidad, pese a que solamente era una niña menor de 10 años, y si tenemos en cuenta que en los años sesentas la ropa no igualaba a la que se usa hoy en día, he concluido que me sacaban de las iglesias porque debí tener un marca que sólo ellos reconocían en mi, la marca de la rebeldía. Por eso no entendía porque a mi madre se le hacía extraño que no regresara a las iglesias ¿como podría regresar a un sitio del que era expulsada con frecuencia y en cuyo proceso era avergonzada públicamente?.

Siempre he querido ser como Dios, que está en todas las religiones pero es el único que no es forzado a pertenecer a una sola. Mis desencuentros con las figuras de autoridad religiosa han sido muchos, uno de ellos me alcanzó en los años noventas cuando una de mis amigas me mostró en una fotografía al hombre de sus sueños, con el que tenía relaciones sexuales porque no se podían casar, era sacerdote. El destino me puso caprichosamente en el mismo escenario de éste hombre durante una entrevista de trabajo, el hombre me descalificó para mi posición laboral porque en su investigación sobre mí, había descubierto que simpatizaba con la astrología, antes de anunciarme que ya no era elegible, me dio la oportunidad de responderle si en efecto era católica apostólica y romana, cuando le dije que si, me dijo que no podía ser católica y astróloga al mismo tiempo, ya que esas dos cosas eran excluyentes, eso fue muy revelador para mi, que el hablara de que mi práctica de la astrología no era compatible con mi fe, cuando él no estaba respetando su voto de castidad. Como de todas maneras nunca he creído en ese voto me marché de allí con la lección de que a veces no tenemos tanta autoridad para condenar a los demás, porque no somos conscientes de nuestros errores y si lo somos, pensamos que nadie se percatará de ellos.

Hace muy poco tiempo por razones de trabajo debía visitar personas enfermas, en una de esas visité a una mujer que desde que me vio me lanzó esa pregunta que yo tanto temo: ¿Quieres recibir a Jesús?, traté de cambiar el tema y de concentrarme en mi trabajo, pero la mujer empezó a evangelizarme interrumpiendo mi charla para hablarme de Jesús y sus milagros, no quería ser descortés con ella, y menos aún contarle mi oscuro pasado con la iglesia, así que guardé silencio y manejé la situación de la manera más diplomática que pude. Fue hasta que ya me iba a marchar cuando la mujer se puso frente a mi obstruyéndome el paso hacia la puerta y me lanzó una mirada comprometedora preguntándome de nuevo “¿quieres recibir a Jesús?” y yo secamente le dije que no, ella quedó perturbada con mi respuesta y me condenó por ese “no”, me dijo que en toda su vida jamás nadie se había rehusado a recibir a Jesús. Me di cuenta que aunque le explicara las razones de mi “no”, ella no estaba en posición de entenderme y que lo único que haría sería encender más la llama de su pasión religiosa.

Ésta semana evaluando mis relaciones interpersonales me di cuenta que el móvil mas común de rupturas en mis relaciones ha sido la religión. Personas que se convirtieron a otra religión diferente a la que yo practico (a mi manera, pero la practico) y que han tratado por todos los medios de llevarme consigo al paraíso recién hallado. Algunas se han alejado porque no profesamos el mismo credo, otras porque tienen que cambiar su estilo de vida, ya sea que ya no pueden usar pantalones, ni celebrar cumpleaños, ni consumir alcohol, ni bailar, o no guardan el domingo sino el sábado, no pueden donar sangre, no pueden divorciarse, no pueden practicar yoga, tienen que cubrirse el rostro o tienen que compartir su marido con otras esposas etc. Pero siempre la separación se hace porque tienen prohibido hacer algo que yo hago, como si el hecho de que yo lo haga, fuera una suerte de enfermedad contagiosa.

Lo peor que sucede con esta división de religiones si es que sumerge al ser humano en la polaridad de lo cual el resultado es no disfrutar de tolerancia y de respeto con los credos de los demás, el pensar que solo la religión que practican es la única y verdadera. Me gustaría que algunas personas pudieran obtener el perdón de otra forma, en vez de buscarlo a cambio de evangelizar y capturar feligreses, pero sobre todo me gustaría que estas personas pudieran sacar a Dios de todo esto, y lo dejaran de usar como chivo expiatorio para manipular y sentirse abanderados de una verdad que no podemos contener en ningún molde.

La historia de la creación sigue teniendo para mí contradicciones, por eso es un tema que con frecuencia discuto con mi esposo, y él me dice que es posible que en la verdadera historia hayan existido relaciones incestuosas, pero que no estemos preparados para enfrentar ésa parte de la historia. Y yo le digo que si estamos preparados, los que no están preparados para ello son las instituciones que necesitan alimentar el temor en las personas porque sólo con el temor la estructura económica se podrá mantener. La mayoría de las religiones están basadas en el temor, de hecho una de las enseñanzas es “el temor a Dios”. Pero no hemos comprendido que ese temor esta al servicio de la institución, no al servicio de Dios y de nuestra verdadera fe, personas con suficiente miedo están dispuestas a ceder sus bienes y a donar más dinero cada vez en aras de comprar un pequeño apartamento en el cielo.

A veces cuando he asistido a agrupaciones de personas muy religiosas me llama la atención que siempre están recogiendo dineros para alguien que lo necesita, siempre es para necesitados que viven en el exterior. lo más curioso es que la mayoría de las veces alguna de éstas personas tiene a alguien de su familia padeciendo hambre. Es cuando comprendo que la caridad está muchas veces movida por el ego, el ego no satisface su sed de reconocimiento cuando le damos dinero a la familia, la satisface cuando entregamos dinero a instituciones que nos dan reconocimiento público y que como ganancia secundaria nos congracian con Dios.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Interpretar la Biblia literalmente es un error que puede llevar al fanatismo sectario. La Torah judía, los Evangelios cristianos y el Kuram mahometano son intentos diversos del género humano de explicarse la maravilla de la Creación y de la vida, por lo cual se deberían leer como alegorías explicativas. Mucha gente equipara el mensaje de Jesús de Nazaret, de amor y caridad al prójimo, con una institución, ya sea la iglesia católica, protestante, etc. En el caso del Cristianismo, la Iglesia debía de ser la comunión espiritual de todos los cristianos, el "corpus mysticum" de Cristo a que se refiere San Pablo. Al principio, desde su origen hasta el siglo IV, el Cristianismo se caracterizó por su énfasis en lo espiritual, pero a raíz de su aceptación por el emperador Constantino como la religión oficial del Imperio Romano, tuvo que burocratizarse en una estructura paralela a la del Imperio para poder servir a todos los feligreses. Los Concilios, como el de Nicea, nos dieron reglas como el celibato, o el ascetismo extremo (Sta. María Egipcíaca)que tienen procedencia oriental. La intención era buena, pero los resultados han sido contraproducentes. Es cierto que la iglesia católica cumplió una labor de preservación de la cultura occidental durante la Edad Media, pero su papel como madre y maestra ha debido de cambiar con el tiempo. Los intentos de espiritualizar de nuevo el cristianismo se vieron en el siglo XVI con la reforma protestante y con el movimiento del erasmismo dentro del catolicismo: la influencia de Erasmo de Rotterdam y de su discípulo Juan de Valdés en Inglaterra se muestra en los escritos de George Fox y de los cuáqueros pacifistas. En el siglo XX, los intentos del Papa Roncalli, Juan XXIII, de dar mayor importancia a lo espiritual y menos al ritual dieron algún fruto, como la teología de la liberación en América Latina (Helder Cámara), pero estamos en un período de retorno a la observancia del ritual, al principio de autoridad, al tradicionalismo y conservatismo que está alejando y aislando a la institución de la iglesia católica de gran parte de la gente. La iglesia no debería ser un edificio o una institución, sino una comunidad y un movimiento espiritual. No considero necesario acatar los dictados de la iglesia, tal como es hoy en día, sino los de mi conciencia tras meditar a fondo sobre el mensaje de Jesús y sobre el problema del bien y del mal, y sin escudarme en clichés ni subterfugios para satisfacer mis debilidades y prejuicios.
Anónimo ha dicho que…
Como decía un escritor. "En nombre de Dios y de la Patria se han cometido muchas injusticias."
Les recomiendo leer "Dejar a Dios ser Dios" de Carlos G. Vallés, S.J.(si no estoy mal, discípulo de Anthony de Mello). Necesitamos actuar con conciencia, no por temor a un castigo (divino o humano) y eso nos lo enseñan muchos filósofos pero es un trabajo muy comprometedor: dejar de echarle la culpa a los demás por lo que nos pasa.Este año acaban de publicar "El Reino de Dios está dentro de vosotros" de Leo Tolstoy, otro libro interesante de conseguir.
Gracias por tus aportes. Saludos,
Mirta
Anónimo ha dicho que…
Hola Lulu,
Me gusto mucho tu articulo. En alguna ocasion encontre la definicion de religion en un diccionario (a raiz de una interesante polemica en el tema).Esta decia en esencia: Religion: "conjunto de creencias".
Me encanto esta definicion la cual ademas de encontrarla muy acertada me dejo ver claramente como todos tenemos la razon y nadie tiene la verdad absoluta. En adicion explica el por que de nuestras actuaciones y practicas "religiosas", que sin duda encajan con nuestras creencias.
Con lo que no estoy de acuerdo es con la evangelizacion, me parece falta de respeto. Por simple cortesia se deberia preguntar al individuo antes de "evangelizarle" su interes en escuchar una charla acerca de una opinion o creencia. Esta practica rompe reglas simples de urbanidad y de consideracion con la vida en comunidad, que tal por ejemplo hechos como el que golpeen a la puerta de nuestra casa, para "enseñar la verdad"? no es falta de cortesia? o que tal cuando absurdamente se cree que la creencia del mas apasionado en el tema es la realidad y verdad absoluta?
Encontre muy interesante, tu articulo Lulu. Felicitaciones,
Un abracito,
Clemencia Huertas

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