GENTE COMO UNO

Hace unos años un hombre me quería matar por ser una recicladora (parcera le dicen en el argot colombiano) el hombre no sabía que era un disfraz, así de bien me había quedado, me llamó la atención conocer después a éste hombre en su contexto familiar y darme cuenta que era “gente como uno” de quien uno jamás sospecharía que simpatizan con métodos poco ortodoxos para “limpiar” la sociedad. Podría enumerar muchas experiencias que como ésta he tenido con “gente como uno” pero no me quiero gastar el material para otros artículos, por lo que hoy sólo quiero compartir éste mensaje que me llegó por email y que me ha tenido reflexiva, aunque está escrito para los Colombianos pienso que funciona para todos los paises del mundo, en todas partes se cuecen habas, y ya que es tiempo de elecciones aspiro que nos servirá para votar a conciencia y reconocer nuestra cuota de responsabilidad en las condiciones del país.

“Decimos que Gaviria no sirvió, lo mismo Samper y Pastrana; Ahora se dice que Uribe no sirve. Y el que venga después tampoco servirá. Sospecho que el problema no está en lo corrupto de Samper, o en lo inepto de Pastrana, o lo autocrático de Uribe. El problema está en nosotros como PUEBLO. Como materia prima de un país. Pertenezco a un país donde la “VIVEZA CRIOLLA" es moneda mas valorada que el dólar. Donde hacerse rico de la noche a la mañana es una virtud más apreciada que ser una persona honesta y formar una familia basada en valores y respeto a los demás.

Un país donde los periódicos jamás se podrán vender como en otros países, es decir, poniendo unas cajitas en las aceras donde uno paga un periódico y saca “UN SOLO PERIÓDICO” , dejando los demás donde están. Pertenezco al país donde las “EMPRESAS PRIVADAS” son papelerías particulares de empleados deshonestos, que llevan para su casa, hojas de papel, lapiceros, bolígrafos, lápices y todo lo que pueda hacer falta para la tarea de sus hijos, entre otras cosas.

Un país donde la gente se siente triunfal si roba la señal del Cablevisión del vecino, donde la gente inventa su declaración de impuestos para pagar menos… donde llegar tarde es un hábito -con matices de logro-. Donde los directivos de las empresas no generan capital humano, donde no hay interés por la ecología, las personas tiran basura en las calles y luego reclaman por que no dan mantenimiento al alcantarillado. Donde no existe la cultura por la lectura y no hay conciencia ni memoria política, histórica ni económica… donde nuestros congresistas trabajan dos días al año (y cobran todos los demás como altos ejecutivos) para aprobar una reforma fiscal a medias, que lo único que hace es hundir al que no tiene, fregar al que tiene poco y beneficiar sólo a unos cuantos.

Pertenezco a un país donde las licencias de conducir y los certificados médicos se “compran” sin hacer ningún examen. Donde sube al bus una persona de edad, o una mujer con niño en brazos o algún minusválido y quien viene sentado se hace el dormido para no cederlo. La solidaridad no existe. No compartimos nada con nadie. Pertenezco a un país donde la gente compra teléfonos o artículos robados, y vive pendiente de sacar tajada de todo, porque según nuestra filosofía "si no lo hago yo, alguien lo hará por mi, así que mejor aprovecho", pero después nos quejamos de lo inseguro que es el país cuando nos roban a nosotros, sin pensar que somos nosotros mismos los que propiciamos ese mercado.

Un país en el cual la prioridad es para el automóvil y no para el peatón… donde su gente esta llena de faltas, pero disfruta criticando a sus gobernantes. Mientras más le digo "rata" al político de turno, mejor soy yo como persona, a pesar de que apenas ayer me “consiguieron” las preguntas de un examen, o un certificado ilícito para evadir algo. Mientras más le digo Autócrata a Uribe, soy mejor Colombiano, a pesar de que apenas esta mañana “tumbé” a un cliente a través de un fraude que me ayudó a pagar algunas deudas.

Como “Materia Prima” de un país, tenemos muchas cosas buenas pero nos falta mucho para ser los hombres y mujeres que nuestro país necesita. Esos defectos, esa “VIVEZA CRIOLLA” congénita, esa deshonestidad a pequeña escala que crece hasta convertirse en grandes casos de escándalo, esa falta de calidad humana, más que Barco, Gaviria, Samper, Pastrana o Uribe, es lo que nos tiene real y francamente mal, porque estos no han sido ni más ni menos, que nuestros presidentes, nacidos aquí, no en otra parte.

Lo siento, porque, aunque Uribe renunciara hoy mismo, el próximo que lo suceda tendrá que seguir trabajando con la misma materia prima defectuosa que -como pueblo- somos nosotros mismos y no podrá hacer nada; No tengo ninguna garantía de que alguien lo pueda hacer mejor, pero mientras nadie señale un camino destinado a erradicar primero los vicios que tenemos como pueblo, esa deshonestidad congénita nadie servirá. ¿Es que necesitamos un dictador, para que nos haga cumplir la ley con la fuerza, por medio del terror y a punta de plomo? Aquí hace falta otra cosa. Algo más… Y mientras esa "otra cosa" no empiece a surgir desde abajo hacia arriba, o de arriba hacia abajo, o del centro para los lados, o como quieran, seguiremos igualmente condenados, igualmente estancados....igualmente fregados!!!

Es muy sabroso ser Colombiano. Pero cuando esa "colombianidad autóctona" empieza a hacerle daño a nuestras posibilidades de desarrollo como nación, ahí la cosa cambia...no seamos ingénuos, no encendamos una velita a los santos, a ver si nos mandan un mesías. Nosotros tenemos que cambiar, un nuevo presidente con los mismos colombianos no podrá hacer nada.
Está muy claro...... SOMOS NOSOTROS LOS QUE TENEMOS QUE CAMBIAR!”

(desconozco su autor)

Comentarios

juan ha dicho que…
Que vaina con ser colombiano!!!Lo mejor es representar lo bueno que somos y tenemos.....por ejemplo, nuestros deportistas son indisciplinados, y los artistas son unos genios, por eso Shakira nos representa en el Mundial...es decir tenemos excelencia, vena artistica, talento para ser influyentes...

Entradas populares de este blog

LA SEXIGENARIA

HADA DE LAS ALAS ROTAS.

LA RESURRECCIÓN DE COQUITO