AMOR A PRIMERA LETRA

Para ti amiga MCA, para que vueles en el ala de tus páginas en blanco y te comas la vida a letras.


Nunca me he enamorado a primera vista en cambio si a primera palabra, a primera letra y a primer texto. Internet me ha abierto una puerta maravillosa que me ha permitido leer a tanta gente, es cuando pienso que este es un momento importante en la historia de la literatura (no me crean mucho, no soy erudita en el tema).
Me deslumbra leer confesiones de personas que se despojan de sus temores ante esta pantalla, sabiendo que están expuestas a ser leídas por el mundo entero, eso para mi tiene más valor que si tienen estilo literario. En todo caso es arte, porque una cosa es saber mucho sobre como escribir pero no conseguir trasmitir las ideas y otra es saber como trasmitir una idea aunque no esté enmarcada en un estilo literario.

Valoro todo esto quizá porque yo tuve un arduo verano literario, andando entre expertos literatos que menguaban cualquier reconocimiento a mis letras, lo que siempre me dejaba la sensación de carencia y por lo tanto el temor a ser leída. Hasta que apareció un amigo mío que era profesor de literatura, es quizá una de las personas que más sabe de literatura que yo haya conocido, quien siempre fue muy nutritivo y generoso con sus apreciaciones de mi escritura, me motivaba y me inspiraba a escribir cada día, cuando me corregía no dejaba que se le escurriera su ego por ningún lado, y exhibía su más grande deseo por ayudarme más que una necesidad de mostrarme que era mejor que los demás. La humildad profesional de este hombre me deslumbraba. Solía decir que algunos críticos de literatura sólo estaban muy envidiosos de los que tenían talento y su manera de salir de esa envidia era descabezando textos. Con él aprendí que la crítica tiene muchas motivaciones, pero lo más importante aprendí como detectar ese tipo de motivaciones.

El otro día llegó a mis manos un texto de un hombre que me dejó deslumbrada, cuando hablé con él, me dijo que no tenía estilo aún porque no tenía formación como escritor, no obstante su letras son capaces de capturar la atención de cualquier buen lector y hasta de alguien que no lea mucho, me quedé preguntándome cuantas personas tendrán un talento como él, que no exhiben porque temen no ser del agrado del público únicamente porque no tienen un arsenal de conocimiento sobre literatura en la cabeza, y es una pena porque mientras tanto muchos mercados están saturados de eruditos en literatura que escriben sobre temas aburridos porque carecen de creatividad para abordar temas más lúdicos.

Recuerdo que me preguntó si ganaba dinero escribiendo, fue claro y directo como ninguno, le quise responder con uno de mis argumentos trascendentales que suelo usar, pero él me interrumpió y me lanzó la pregunta de frente y a quema ropa, "te genera o no ingresos?" . Pero me quedé pensando en su pregunta porque además la gente siempre me está pidiendo que publique en papel y cada vez que lo pienso, es inevitable ver que en el fondo de esta petición siempre está la connotación, de que no se es un escritor, si no se publica. Aunque los blogueros publicamos en internet, donde algunos piensan que se pierden nuestras letras en el ciberespacio, mientras otros piensan que reposan con vida propia esperando ser leídos, y que no corren el riesgo de ser quemados como el libro de papel.

Ese mismo día que ese hombre me hizo esa pregunta sobre mis ingresos, me fui de caminata por la playa con mi amigo Jorge; y hablábamos acerca de la calidad de vida y del precio que pagamos por todo lo que tenemos. Mientras hablaba con él, comprendí que mi mayor ingreso mediante la escritura no es precisamente el dinero, también comprendí que hay una cierta riqueza que adquirimos los escritores a la que solo podemos acceder dedicando tiempo a escribir.

En nuestra sociedad se le da más valor al estrés y el nivel de vida que a la felicidad y a la calidad de vida, hemos aprendido que el estrés es sinómino de estar ocupado y entre más ocupados estemos más trabajo tenemos, por lo tanto más dinero y por lo tanto más éxito representado en acumulación de bienes materiales. Mientras la felicidad, entendiéndose como esa capacidad de disfrutar de las cosas simples de la vida y de poder ver en la cotidianidad no rutina sino la oportunidad permanente de ser tocados por la vida y por sus múltiples facetas, esa felicidad no está incluida en la contabilidad de la sociedad, esa no tiene un valor que se pueda discutir en la bolsa de valores, por lo tanto la calidad de vida es un valor al que todos aspiran pero para la cual no hay dinero que lo pueda pagar.

Ignoro si sería más exitosa, si tendría más dinero o que persona sería si me publicaran en papel, lo que si sé, es que si lo logro, aspiro a que el estrés por el volumen de ventas no me robe mi innata capacidad para ser feliz y para impactar en la vida de mis seres queridos, tampoco quiero dejarme arrebatar esta capacidad de asombro cada vez que descubro en las letras de otras personas la misma sangre literaria que recorre mis venas de escritora, en vez de percibir un adversario que me robará público.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
I'm with you on this. Keep writing as it is a delight to read you. Your texts are safely kept in the library of my heart. In my opinion, one becomes an "published author" when someone reads us and gets inspired. You might never know how your words changed someone's life and I'm sure this has been the case.
Violet
Unknown ha dicho que…
wow! las letras, vistas d esa manera, tatuadas en la piel, cobran una dimensión totalmente diferente!

buen post!

un abrazo
Anónimo ha dicho que…
Andres Felipe Jaramillo Salazar

"Imagínate a un humanista disfrazado de ingeniero, viviendo en una sociedad capitalista donde el dinero es el elemento básico de subsistencia. No estoy hablando del dinero de los yates o las limusinas, te hablo del pago del colegio, de los servicios públicos, del mercado quincenal, de unas vacaciones sencillas.
Yo algunas veces me siento a escribir con un cerro de informes pendientes y me doy cuenta de lo que vibro con esa actividad expresiva. Pero también he vibrado montándome en un bicicleta y se que nunca pude correr un Tour de Francia, es decir, nunca pude ser ciclista.
Yo soy de los que no tengo claro que hacer en lo que me resta de vida y no me da pena decirlo con 41 años. Y tengo claro que mi familia necesita de mi dinero y que eso no es un juego, ni algo fácil de solucionar en nuestra sociedad.
Un gran abrazo Luz, ojalá algún día conversemos sobre estos y otros temas."
Anónimo ha dicho que…
Felipe Alejandro Lora:
"Tus letras son sinceras y brotan de tu alma... y a los que tenemos la fortuna de leerlas nos abren caminos, nos hacen vibrar, nos invitan a cambiar y nos sanan el corazón. Esa es tu mayor riqueza. Gracias por compartirla conmigo!"
Ines ha dicho que…
Hola!

Descubrí hoy tu blog.
Me encantó tu texto y las imágenes en él. Gracias por compartirlas.
Hice un link desde el mío.
Sos bienvenida a visitarme.

Cariños!

I.

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